La industria saltó de IPv4 a IPv6, dejando IPv5 y el Protocolo de Flujo de Internet en los anales de la historia — un experimento de streaming de datos obsoleto por la banda ancha
IPv5 y el Protocolo de Flujo de Internet olvidados por la evolución de redes de IPv4 a IPv6.
La evolución de internet ha visto saltos inesperados en la tecnología de redes. Uno de estos fue el paso directo de IPv4 a IPv6, dejando a IPv5 y al Protocolo de Flujo de Internet (ST) en el olvido. IPv4, diseñado con un número limitado de direcciones, comenzó a quedarse obsoleto. Ante esta escasez, se concibió IPv6, ofreciendo un vasto espacio de direcciones y mejoras significativas.
Por otro lado, IPv5, conocido como el Protocolo de Flujo de Internet (ST), fue un esfuerzo experimental de los años 70 y 80. Su objetivo era la transmisión de datos en tiempo real, como voz y video, buscando garantizar una calidad de servicio (QoS) específica. Sin embargo, ST tenía limitaciones importantes, ya que aún dependía del direccionamiento IPv4 y no abordaba el problema de la escasez de direcciones.
La creciente disponibilidad de internet de banda ancha y el desarrollo de protocolos de capa de aplicación más eficientes, con sus propios mecanismos de QoS, hicieron que ST fuera menos relevante. Por ello, la industria optó por IPv6, una solución integral que resolvía el problema del espacio de direcciones y ofrecía mejores funcionalidades para la web moderna. ST nunca fue adoptado formalmente como una versión de IP, permaneciendo como una rama experimental, aunque sus principios influyeron en futuros desarrollos de comunicación en tiempo real.